domingo, 8 de noviembre de 2009

ENVUELVEN ALIMENTOS CON TECNOLOGÍA


Desde hace décadas, el plástico es uno de los materiales más utilizados en la conservación de los alimentos, una tendencia que, a pesar de sus ventajas económicas, cada vez está más en desuso debido a que al término de su vida útil el manejo de estos materiales representa un peligro para el medio ambiente.

Ante ello, han surgido nuevos procesos y materiales compatibles con el ambiente que paulatinamente han ganado terreno en el mercado de los alimentos. Un ejemplo es la técnica que investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) han creado para producir novedosos empaques con características similares a las del PET (Poli Etilén Tereftalato), la materia prima plástica más utilizada en la actualidad.

En entrevista con la maestra Claudia Andrea Romero Bastida, del Centro de Desarrollo de Productos Bióticos del IPN, en Yautepec, Morelos, y líder de la investigación, comentó que gracias a las propiedades físicas y químicas del plástico, éste se usa tanto en la conservación de alimentos sólidos como líquidos. Sin embargo, sus características químicas restan capacidad para que los microorganismos del suelo lo degraden.

Ante dicha problemática, dijo la especialista, se han considerado varias alternativas para disminuir el impacto ambiental de este tipo de materiales. “Una de ellas es el reciclado, en el cual se reprocesa a fin de obtener nuevamente un plástico útil. No obstante, después de varios ciclos éste pierde sus características originales y deja de ser apropiado para ciertas aplicaciones”.

Bajo ese desafío, explicó que su grupo de investigación realiza estudios para obtener derivados semejantes a los plásticos convencionales, pero elaborados a partir de materias primas naturales que los hagan más fáciles de degradar. Asimismo, trabaja con plásticos no convencionales para empaque de alimentos.

“El desarrollo se enfoca al estudio de los materiales biodegradables como el almidón, en sustitución del polietileno y el poliestireno, con el objetivo de elaborar películas biodegradables a base de plátano oxidado o mango verde”, especificó.

Tras varios procesos fisicoquímicos, apuntó, se elaboraron seis tipos de películas con diferentes formulaciones, a las que se les determinó el porcentaje de humedad, solubilidad y capacidad de pigmentación, cuyos resultados “son determinantes para la eventual solicitud de patente”, agregó.

El uso de almidones de fuentes no convencionales, como es el aislado del plátano, han cobrado gran interés en los países productores del fruto, como México, donde se busca darle un mejor aprovechamiento a este tipo de cultivos y, con ello, un valor agregado.

Sin embargo, indicó Romero Bastida, uno de los problemas es que al ser de origen natural estos nuevos plásticos son susceptibles al medio ambiente, por lo que no pueden ser utilizados para cualquier alimento debido a que su resistencia mecánica no es tan fuerte como los materiales sintéticos, y a ello se suma una mayor permeabilidad al agua.

Señaló que si bien “estos empaques sólo han sido elaborados en el laboratorio y utilizados con resultados satisfactorios en hortalizas para disminuir su velocidad de maduración sin que pierdan sus propiedades organolépticas (sabor, textura, olor y color), actualmente hay una empresa interesada en escalar el desarrollo a nivel industrial”.

Por ahora, concluyó la especialista, “nos encontramos en una serie de charlas para definir el acuerdo en la transferencia del conocimiento y en fase de perfeccionamiento de la técnica, pero sin duda en un par de años, con apoyo de la industria, será posible elaborar materiales combinados y con ello reducir la contaminación que producen los plásticos”.

IMPORTANTE RESALTAR LA INVESTIGACIÓN QUE SE REALIZA EN LA UNIVERSIDAD DEL CAUCA

La prioridad principal de los empaques es la preservación y protección de todo tipo de productos, siendo los alimentos y las materias primas el campo de mayor prioridad. Estos productos requieren atención dada la contaminación generada por microorganismos (bacterias, esporas, hongos, etc.) durante la manipulación. La protección se hace a través de los empaques, los cuales generalmente se elaboran a partir de polímeros sintéticos. No obstante, el uso indiscriminado de empaques sintéticos ha generado serios problemas ecológicos contribuyendo a la contaminación ambiental provocada por desechos sólidos de baja degradabilidad, lo que ha impulsado a la búsqueda de biopolímeros naturales. El aprovechar los recursos naturales como fuente de conservación y reciclaje se convierte en una excelente opción e innovación en el desarrollo de nuevos productos biodegradables. Su total biodegradación en productos como CO2, agua y posteriormente en abono orgánico es una gran ventaja frente a los sintéticos (Bastioli, 2001). El objetivo de esta revisión es conocer los diferentes biopolímeros obtenidos de diversas fuentes de recursos naturales usados en empaques biodegradables.

ESTRATEGIAS FUTURAS
Los polímeros sintéticos están siendo gradualmente reemplazados por materiales biodegradables específicamente de fuentes naturales en algunas aplicaciones a nivel agrícola e industrial. Más que el origen, la estructura química de los biopolímeros es la que determina la biodegradabilidad. El uso de tales biopolímeros abre un gran potencial económico y benéfico en el área de los empaques, dada la similitud de los materiales naturales con los sintéticos por sus excelentes propiedades mecánicas, de barrera y transmisión de luz. La innovación en técnicas de conservación e integridad estructural de los alimentos, así como la completa biodegradación debe ser adaptado a los constituyentes de los bio-empaques. El desarrollo de materiales biodegradables pertenece a nichos de mercado bien definidos, pero se pueden ampliar a otros en el futuro, en la medida en que la investigación entre en contacto con otras fuentes o interrogantes planteados para la obtención, elaboración y fabricación de materiales biopoliméricos para bioempaques (Hanna, 2004).

CONCLUSIÓN
Los empaques biodegradables se obtienen de recursos naturales renovables. Pueden ser mezclados con plastificantes para mejorar las propiedades mecánicas, de barrera y transmisión de luz. Además, son amigables al medio ambiente, ventaja comparativa con respecto a los polímeros sintéticos usados en el empacado de alimentos dada su biodegradabilidad. Por estas razones la producción, el benéfico, la transformación y mercadeo agroindustrial de los biopolímeros autónomos latinoamericanos pueden utilizarse en el desarrollo de bioempaques.



Disponible en http://www.unicordoba.edu.co/revistas/rta/documentos/12-2/122-1.pdf
Disponible en http://www.invdes.com.mx/activacion-inf.asp?CategoriaID=1&MesID=6&YearID=11&SubCategoriaID=1550

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