PLUMAS:
Las plumas son un subproducto de la industria avícola que puede aprovecharse en vestidos, aislamientos, camas, decoración equipos deportivos, harinas de plumas y fertilizantes. Las características de las plumas varían según la especie, edad, sexo y localización en el cuerpo de las aves. Con frecuencia se clasifican en los siguientes grupos:
1.- Plumas duras.- remeras y timoneras, de la punta de las alas y de la cola.
2.- Plumas de la quilla.- largas, estrechas, con cañones, de la quilla y parte posterior de los pollos.
3.- De media pelusa.- con cañones y pelusa, de la mitad inferior de la pechuga.
4.- Con pelusa en sus tres cuartas partes.- con cañones, cubren la mitad superior de la pechuga.
5.- Pelusonas.- con cañones duros, en todo el cuerpo.
6.- Plúmulas.- plumas pequeñas con cañones blandos.
7.- Plumones.- plumas muy ligeras sin cañones, con fibras de larga longitud. Son tridimensionales y no se pueden unir entre sí.
Cuando se quieren aprovechar, las plumas más importantes de las alas y de la cola se quitan después del sacrificio y antes del escaldado, aunque esta operación no se realiza comercialmente en los Estados Unidos en la actualidad. A continuación se procede al escaldado que se realiza en un baño mantenido normalmente entre 53 y 58 ºC en el que se introducen los pollos durante 90-120 segundos. En el caso de los pavos se emplea una temperatura algo superior (60 ºC) y durante más tiempo. Las aves acuáticas se escaldan a 60-63 ºC durante 2,5 min. y si las plumas no se recuperan se meten en cera a 91 ºC y luego en agua. La dificultad para quitarles las plumas depende de la edad en el caso de los patos. Cuando las plumas se recuperan hay que mantenerlas hasta 12 horas en una solución de cloruro sódico al 6 % conteniendo ácido clorhídrico. Las plumas hay que lavarlas con jabón para eliminar la suciedad y la sangre. Si se considera necesario se puede emplear una sustancia decolorante del tipo del permanganato potásico, el peróxido de hidrógeno o el cloro. Para eliminar los olores desagradables se emplea el solvente de Stoddard (un tipo de gasolina ligera). Finalmente las plumas se enjuagan en agua limpia, se desecan al aire para conseguir su esponjamiento y se clasifican en grupos según tamaño y longitud. Dependiendo de su empleo final, algunas plumas se pulverizan con aceite mineral para reemplazar parte de las grasas naturales que se han eliminado durante el procesado.
El empleo de las plumas en la fabricación de ropas de cama ha declinado con el desarrollo de las fibras sintéticas y las espumas de plástico, aunque algunos productos de calidad aún se fabrican con plumas, usualmente plumas de pato. Los requisitos esenciales de estas plumas son que ocupan el máximo volumen cuando se emplean y el mínimo volumen en almacenamiento. Otras características deseables son la capacidad para volver a tomar su volumen original, la esponjosidad, absorción reducida, blandura, limpieza, resistencia al fuego, posibilidad de lavado y resistencia al desgaste.
El color, la forma, el tamaño y las peculiaridades específicas son más importantes cuando las plumas se utilizan con fines decorativos. Por esta razón, existe una gran demanda de faisanes debido a sus plumas de colores brillantes. En muchos casos las plumas se tiñen, se doblan y se recortan con las formas deseadas.
Para el equipamiento deportivo las plumas se seleccionan cuidadosamente a mano. Por ejemplo las plumas de desecho del estiércol de pavo son las ideales para las flechas. Las plumas de una flecha en particular deben ser de un mismo lado, del ala derecha o de la izquierda del animal, para asegurar una rotación adecuada al lanzarla. Las plumas duras sirven para hacer las pelotas especiales del badminton. Otras plumas seleccionadas se utilizan en la fabricación de moscas artificiales para la pesca.
Las plumas también se pueden emplear como fertilizantes. Se descomponen lentamente y liberan gradualmente el nitrógeno. Para evitar su dispersión por el viento hay que enterrarlas convenientemente.
La producción de harina de plumas es el proceso de mayor importancia comercial. Las plumas están hechas de una proteína (queratina) que hay que degradar mediante hidrólisis para que sea digestible. En el proceso, las plumas se lavan con agua y en algunos casos se escurren por presión y en otros por desecación al aire. Cuando se ha eliminado parte del agua se tratan con vapor, cociéndolas en húmedo con agitación constante y posteriormente se someten a una cocción en seco a 2-3 atmósferas de presión durante 1-2 horas. Las plumas entonces se enfrían y se desecan y finalmente se trituran. La harina se hace pasar por un detector de metales y se criba para eliminar las partículas grandes. La digestibilidad de la harina de plumas depende directamente del tiempo de cocción y de la presión (intensidad de la hidrólisis), consiguiéndose un mayor rendimiento en aminoácidos utilizables, de mayor valor biológico cuando el proceso se hace intensivo.
Las harinas de plumas son ricas en cistina, treonina y arginina, pero deficientes en cuatro aminoácidos esenciales: lisina, metionina, histidina y triptófano. Por ello, cuando las harinas de plumas se emplean en alimentación de animales monogástricos (pollos y cerdos) hay que suplementar los piensos con esos aminoácidos. El nivel práctico de empleo de las harinas de plumas en la dienta es del 0,5-1,5 %.
Los animales rumiantes aprovechan las harinas de plumas mejor de lo que se deriva de los estudios experimentales in vitro. Esta mejora se incrementa aún más si las harinas de plumas se suplementan con urea. No obstante, aunque las harinas de plumas se pueden emplear para aportar la mitad del nitrógeno requerido en la dieta, la nutrición es deficiente si se sobrepasan estas concentraciones. Uno de los problemas del procesado de las plumas y demás subproductos es la posible recontaminación de las harinas con las materias primas. Si se emplean harinas contaminadas en los piensos se plantean graves problemas sanitarios, especialmente el peligro de la presencia de Salmonella en los productos de origen aviar.
Las plumas son casi proteína pura. En su mayoría queratina, que en su forma nativa, es escasamente digerida por los animales. Los métodos modernos de procesado cuecen las plumas con vapor húmedo a presión que hidroliza parcialmente la proteína. Tras la etapa de secado, la harina resultante es un producto apetecible y bien digerido por todas las especies de ganado y las aves.
Las plumas constituyen otro ejemplo de los beneficios que se sacan del aprovechamiento de los subproductos. Cuando dicha materia se tira, puede producir contaminaciones, atascamiento de las cañerías y pueden descomponerse y, en general, constituyen un inconveniente, mientras que si se aprovechan debidamente son una fuente más de ingresos. Las plumas se utilizan, por ejemplo, para rellenar colchones, en ropa de invierno, etc.
El mercado requiere el cumplimiento de cuatro condiciones:
1.- Que las plumas de cada especie, por ejemplo, ganso, pato, pollo, etc., se mantengan separadas.
2.- Que las plumas de la cola no se mezclen con las del cuerpo.
3.- Que las plumas de color no se mezclen con las blancas.
4.- Que todas las plumas estén perfectamente limpias y secas y además que no huelan.
En la industria colchonera solamente se utilizan las plumas del cuerpo que, naturalmente, son las más cotizadas. Las plumas que se arrancan en húmedo contienen más humedad que las que se arrancan en seco. Las plumas arrancadas en húmedo deberán prensarse para quitarles la mayor cantidad de agua posible antes de secarlas. El método primitivo más sencillo consiste en dejar secar las plumas en naves o cobertizos, donde se colocan en capas de espesor no mayor de unos 25 cm, volteándolas periódicamente. De este modo se consigue al mismo tiempo secar y desodorizar las plumas.
HARINA DE PLUMAS PARA PIENSO
Las plumas tratadas a presión elevada se hidrolizan dando una harina digestible que se puede utilizar como pienso para las aves de corral. Las proteínas de esta harina de plumas pueden constituir hasta una cuarta parte del total de proteínas necesarias.
LAS PLUMAS COMO ABONO
Las plumas grandes de ave, tanto de las alas como de la cola, u otros tipos de plumas que no se utilicen en colchonería, son excelentes como abono. Las usan mucho los cultivadores de lúpulo y de vid. Es indudable que se pueden emplear en el cultivo de muchas plantas tropicales que requieren un abonado rico en nitrógeno. El contenido en nitrógeno de las plumas no baja del 14,9 %, siendo en un 88 % de proteína bruta; es incluso superior al de la harina de sangre de la mejor calidad. Naturalmente, todas las plumas de las alas y de la cola y las demás que no tienen salida en el mercado, deberán utilizarse como abono.
COMPARACIÓN DE LAS DISTINTAS HARINAS
El análisis de los subproductos para pienso muestra que contienen muchos nutrientes que son esenciales que son esenciales en la alimentación de los animales de abasto, de las aves y de los animales de compañía. Mientras la harina de carne o de subproductos avícolas se usan principalmente para aportar proteína o aminoácidos esenciales, aunque también proporcionan grasas, vitaminas y minerales valiosos, la harina de sangre y la de plumas se encuentran entre las fuentes más concentradas de proteína y son muy adecuadas en la formulación de piensos.
Disponible en http://html.rincondelvago.com/subproductos-avicolas.html